Vestir al Niño Dios

Como una más de las tradiciones que están en vías de extinción pero que se aferran más por cariño que por entendimiento en el imaginario chilango, es la festividad de La Candelaria, en la cual durante el Virreinato se acostumbrara celebrar la purificación de la Virgen María; la cual coincidía con levantar al Niño Dios del nacimiento para su presentación pública.

En paralelo, era tradición de las conventos femeninos de la Colonia elaborar ricas vestimentas para los niños dios que se veneraban en sus congregaciones, haciendo gala de ellos en las festividades correspondientes, por lo que en algún momento ambas cosas coincidieron y se inició la tradición popular de vestir a esas pequeñas figuras de yeso o resina que representan la Niño Jesús y llevarlas a presentar a la iglesia el 2 de febrero.

Actualmente cada familia tiene una forma de representar e incluso es común ver pequeños mercados que posterior al Día de Reyes se instalan con la única misión de reparar y vestir a los Niños Dios. 

Tradición que perdura y se resiste a morir.....